Ziknoc “Pies ligeros”
«Ziknoc hizo ademán de silencio con el índice apretado sobre su bigote mientras se aproximaba al ala Este donde, empotrada en la pared forrada de tablas, reposaba una gran lápida de piedra».
La leyenda de Menoïch
La historia de Ziknoc «pies ligeros» podría llenar varios volúmenes de la gran biblioteca de Kitur o Shadirind. Posee un don excepcional: es observador. Sí, para muchos esto no es más que una habilidad entrenada, pero el pequeño gran Arhuanim crea sus creaciones de lo que ve y siente. Puede captar situaciones que pasan desapercibidas para el resto, aprovechando el vuelo de un pájaro para maravillarse de su simple y grácil forma, y el impulso que ejecuta para volar o tomar tierra; o bien estudia el comportamiento de ciertos animales, osos para ser exactos, y la facilidad, aun con su gran corpulencia, de trepar a los árboles utilizando sus afiladas garras.
Todas esas imágenes danzan en su mente para dar forma a objetos adaptados a las necesidades, si bien no todos terminan exactamente bien.
Apasionado de la literatura y de los relatos de los viajeros que cuentan historias de lugares lejanos y extraños, nunca vistos por otros ojos; soñando poder viajar él mismo y experimentar la sensación de la aventura.