La balanza de Zhasluon se creó para medir y equilibrar las fuerzas del bien y el mal, pero su creación va más allá de las eras. Se cree que su nombre viene de un ser primordial, al igual que Ën, pero desaparecido en el umbral de la razón y el tiempo.
Se la representa con un aro perfecto en cuya superficie plateada están grabadas las runas que alertan del mal uso o desequilibrio de las fuerzas del bien o del mal. En su parte superior hay una vara en horizontal que en apariencia no tiene sujeción alguna con la superficie curvilínea, quedándose suspendida a poca distancia de ésta mas una muesca pone en evidencia que ahí, en la parte superior, estaba alojada la piedra de Znaoïk. A sus extremos, levitando en cadenas de cristal, están las bandejas donde el peso inclina la balanza hacia un lado u otro. En su parte inferior hay un segundo segmento semiesférico o de media luna utilizada de soporte o bien para agarrar el objeto.
Cuando una de dichas fuerzas se sobrepasa, volviéndose más poderosa que la otra, el peso hundirá la bandeja elevando a la más débil. Es entonces cuando el guardián vigente debe poner fin y restaurar el equilibrio, colocándola en su posición inicial. La deidad depositaria es Anoïk: Vigente de la Balanza de Zhasluon. Tras la caída de Vrialdor y la destrucción de la piedra de Znaoïk –la piedra que adornaba la parte superior de la balanza- Anoïk se volvió más reservado y distante; triste de que el equilibrio se rompiera y con él la piedra de la verdad (Cenkar).