El mundo de Menoïch
Tiriok

«Perseverancia y núcleo del bien». Situada en la región de Zailegaht, fue una ciudad arrasada por las hordas de Lean-ha y sus hijas. No se recuerda el verdadero nombre de la ciudad, pero cuando fue retomada por Etruok e Ïnakare, se rebautizó como Tiriok y se levantaron muros de un bastión donde se planeó la ofensiva contra el acorralado enemigo. Aunque en la actualidad está en desuso y en un lamentable estado de conservación, ya que nadie ha reclamado ese territorio, lindante con la yerma Tzoh-Uak.

Shagnog

O Raza de los Gigantes. La maldición se fue tornando pesadilla ya que los que participaron en la batalla de Tzoh-Uak se volvieron locos al oír el Zha-Liha de la diosa Guaûak. Los Gialz eran inteligentes y poseían una civilización culta mas el peso de la balanza les hizo convertirse en un pueblo solitario y apartado, casi maldito. De los Gialz fueron sucediendo las razas de gigantes que evolucionaron en los territorios donde emigraron: los Shagtz, decidieron vivir bajo la tierra; los Shagmaod, se retiraron a las zonas heladas; los Shagan se adentraron en las tierras de fuego y los Shagcer en las montañas. Los que viajaron a las cumbres nevadas desarrollaron habilidades para soportar las inclemencias y dominar el hielo; los gigantes de los mares de magma con el elemento fuego y así sucesivamente.

Hijos de Maëchand

Aunque fueron los causantes de la creación de las razas reverso, también fueron víctimas de su inconsciencia. Los Shasiop que participaron en la batalla de Tzoh-Uak y sobrevivieron, se retiraron a sus territorios con una carga de vergüenza hasta hoy arrastrada, quedándose sin habla y comunicándose en un lenguaje tosco y sin traducción al Menoïac, pero a diferencia de las demás razas del árbol de Truak, los Gialz, hijos de Maëchand, se transformaron en otras entidades; no obstante, se dice que no todos los Shasiop fueron transmutados: unos pocos de entre una minoría de Gialz como Drakgorak, no sufrieron cambio alguno, pero eso es otra leyenda…

Los temibles Drakgorak se creen extintos tras su última batalla contra Clauok.

El Bastión de Shadirind

En la Guerra del Odio, Lean-ha atacó y arrasó los asentamientos que encontraba a su paso. Las ciudades Zhogs de Tiriok, Naez, además de la espléndida y única ciudad Gangu de Sho-Gulho, cayeron bajo su aterradora mano. El reino Sinak de Gahe Karn-Cu también cayó bajo su influjo y el de sus perversas hijas.

Todos los supervivientes y los restantes aliados se retiraron a la ciudad Zhogs de Shadirind. Allí se prepararon para combatir. El propio Clauok otorgó las runas de poder a los Arhuatz y enseñó el manejo de la espada a los Sinak. Etruok disciplinó a éstos últimos en el manejo del arco.

Resistieron en el bastión de Shadirind a un cruel asedio hasta empujar al enemigo hacia el Norte, en las montañas Cerliok. El dios Clauok luchó junto con su hijo Etruok en la batalla; Anoïk a punto estuvo de unirse, pero vio que el poder de Etruok era superior al del padre y la balanza de Zhasluon estaba equilibrada. Ïnakare también quiso aliarse, pero se lo prohibió su padre haciéndola responsable y guardiana temporal de las puertas de Zlecuria

En aquel lugar se produjo la destrucción de los Drakgorak y la muerte del dios Clauok que arrojó su espada que se destruyó haciéndose añicos, perdiéndose para siempre. Pero la guerra continuó durante largos años donde no se dio tregua, viniendo luchadores descendientes de la Noche de la Vil Oscuridad para hacer pagar a Lean-ha su traición. Empujaron los Gialz supervivientes hacia el Noreste en las tierras de Tzoh-Uak. Al final fue derrotado Lean-ha y muerta Phaiak, señora de la discordia y el dolor.Desde ese día el bastión de Shadirind fue recordado por la resistencia y ofensiva e impedir que la guerra avanzara al Oeste, hacia Shaiknel y Dunïl, si bien no fueron tierras de paz en unos momentos de gran compulsión.