El mundo de Menoïch
Baeok For-Urh

«Lo sabréis en su momento, pero no ahora: el bosque se ha vuelto más peligroso de lo que podríais imaginar ―el Sinak envainó la espada y prosiguió―. Manteneos cerca de nosotros, si os decimos corred, corred; si os decimos que desmontéis hacerlo, puede que otros no os den oportunidad de hablar».

La leyenda de Menoïch

Apodado el guerrero de oriente, miembro de la leal hermandad de Sangre o Ud Grûlh Ul y señor de Muënba Shagi. La historia de Baeok For-Urh es cantada por trovadores y bardos en todo el continente de Shatodika. La leyenda narra cómo llegó, junto a un grupo de aventureros, a tierras extrañas no descritas en todo Menoïch. La tierra era yerma y desprovista de verdor; la noche se adelantaba al día como un solsticio de invierno perpetuo, donde la muerte se extendía entre la niebla poblada de viles criaturas devoradoras de carne. Otros afirman que no son más que fantasías e invenciones; no obstante, hay quien cree que es posible que este lugar exista: en el mundo Le o plano de la oscuridad, de donde se creó la llama Narnaetok.

Pocos fueron los que regresaron de esa pesadilla, y los que volvieron nunca fueron los mismos.

La Espada Rota de Clauok

Cuentan las leyendas que el dios Clauok cayó al Norte del bastión de Shadirind, en las montañas Cerliok. Después de eliminar a sus mortales enemigos, entre ellos a los temibles Drakgorak, entonó un último canto a Menoïch; fue una oda a la victoria sobre la muerte. Aun sabía de su irremediable muerte, también supo que viviría eternamente en los sueños y pensamientos de los mortales e inmortales que participaron en esa batalla. Un gran gozo invadió a Clauok y lanzó su espada a las montañas donde se rompió al caer al suelo al mismo tiempo de caer él y descansar para siempre.

La diosa de la música Liad-va compuso muchas canciones en honor al dios caído; no obstante, entre muchos de sus seguidores, se cree que la señora de los susurros creó una balada personal para él. Dicen que escuchando esta hermosa canción es capaz de ablandar el corazón más duro y hacer llorar a los más crueles y villanos.

Fuente Ilustración: https://www.deviantart.com/usamahdraws

El Bosque de Truak

Está situada en el territorio de Claekoguï. Se dice que cuando el árbol de Truak fue destruido, el follaje de las ramas cayó al suelo emergiendo un gran bosque. Se pueden encontrar todo tipo de vegetación además de especies que sólo viven en ese lugar: flores de colores y aromas indescriptibles; árboles de todo tipo, color y ramaje distintos al resto de Menoïch. Muchos de los mejores curanderos, alquimistas y herbolarios emigran a Truak para recoger plantas e imbuirse del conocimiento ancestral; no obstante, los Sinak, guardianes que moran allí, no ven de buenas maneras a los viajeros que transitan por su hermoso, pero peligroso bosque. Se dice que el lugar, bajo la foresta, es el mejor cobijo y la mejor defensa, ya que nadie ha osado enfrentarse a este Reino vegetal y custodiado por feroces druidas.

La Torre de Cirmoesdeïn y el Círculo Sagrado de Mondaïa

En el territorio de Claekoguï se encuentra una de las últimas tres torres Sinak: la torre de Cirmoesdeïen.

Hay quien afirma que la torre en verdad es una construcción de los Zhoën y que la cúpula y fachada exterior fue adornada por los Sinak. Esto demostraría cómo ha podido resistir el embate del tiempo y la destrucción de Vrialdor y el árbol de Truak. Se dice que los Sinak la ocuparon cuando se vieron desnudos al caer la gran urbe, llevando conocimientos antiguos que aún perduran y que gracias a ello conocemos muchas de las leyendas antiguas. Muchos de esos pergaminos fueron posteriormente llevados a la gran biblioteca de Shadirind, aunque la torre conserva textos originales de aquella época.

La torre fue construida en la era de los hijos de Maëchand, cuando los Zhoën y los Shasiop eran los únicos que vivían en Menoïch (a excepción del Errante). Ubicada cerca de donde estuvo el árbol de Truak, en el actual bosque Sinak del mismo nombre. El Circulo Sagrado de Mondaïa es el lugar más protegido por los Sinak. Se dice que en dicho círculo se hallan objetos de gran valor y de procedencia desconocida. En dicho lugar se realizan rituales en fechas señaladas: ¿posiblemente objetos de la ciudad de Vrialdor?

Fuente Ilustración: https://theartofanimation.tumblr.com/post/51985559502/desmond-wong

La simiente y el Árbol de Truak

En el principio de los tiempos Ën, el Único, depositó una simiente sobre Menoïch. De ésta nació el árbol de Truak que dio paso a las razas conocidas hasta ahora. Comenzó a desplegar sus poderosas ramas a los cielos y de dichas ramas salieron frutos de una pureza eterna. Fue el nacimiento las razas.

La rama Sinak fue la más alta, pero los primeros en surgir los Dargarae; tras ellos llegaron el resto: Fenop, Gangu, Arhuail, Gialzurgs y Nodzurgs 

Cuando el árbol cayó en la Guerra del Odio, su inmenso follaje cayó al suelo levantando el bosque actual en el territorio de Claekoguï.El río Eg-Gurae nace en el interior del bosque de Truak hasta morir al mar de Umgu. Es el mismo trayecto que hizo por el subsuelo la rama Gialzurgs hasta salir al mar, salvo que ésta se hundió profunda en el interior del agua. Se cree que sigue intacta, cambiando su morfología para adaptarla a una gran raíz de agua donde conviven muchas especies entre Trodil y Gihië.

Árbol de Truak
La Piedra de Znaoïk

Fue colocada por Anoïk en la ciudad unificada de Vrialdor y simbolizaba el equilibrio en Menoïch. Desgraciadamente, cuando la ciudad fue atacada por los Shasiop incitados por Lean-ha, la piedra se fracturó liberando una onda de energía que se sintió incluso en Zlecuria. Destruyó el árbol de Truak y precipitó la llegada de las razas Sizna en la Noche de la Vil Oscuridad.

La ciudad Unificada de Vrialdor

Fue la primera construcción unificada tras el nacimiento de todas las razas. La ciudad se edificó cerca del árbol de Truak y era hermosa y llena de vida; la mezcla de razas que convivían en su interior mezclándose edificaciones de toda índole otorgaba a la ciudad una visión apoteósica salpicada de multitud de colores y formas extrañas difícilmente vistas hoy en día. Altas torres levantaron los Zhogs junto con los Arhuatz y Sinak; fuertes eran los templos que allí residían y grandes las explanadas donde convivían. Una tierra de felicidad corrompida por Lean-ha que con su poder corrompió a los Shasiop haciéndoles creer que el resto de razas iban a eclipsarles y tramar su caída. Así es cómo ocurrió y cómo comenzó la Guerra del odio. Mucho se creó, pero también mucho se perdió en la memoria de los vivos, la desgracia del olvido bañó todo Menoïch. La rica y próspera ciudad cayó bajo cientos de Drakgorak y Gialz locos por el miedo, derribando la torre de Vrialdor y destruyendo sin querer la piedra de Znaoïk, que desencadenó la destrucción del árbol madre de Truak.

Vrialdor
Zletha

grandes murciélagos de las regiones más cálidas de Menoïch. Si bien se pueden adaptar a cualquier terreno, prefieren los lugares secos y cálidos. Se utilizan como monturas de combate ya que su carga es muy limitada para transporte, pero lo compensan con una buena maniobrabilidad y velocidad superior. El nombre proviene de las palabras pájaro (Zleve) y noche (Shatha) quedándose con los términos cielo y muerte ya que son temibles cazadores nocturnos (Zletha). Se cree que estas criaturas se crearon en la semilla de Maëchand.

Otras razas

Aún se documentan extrañas criaturas que no han podido ser catalogadas en su origen. Cuando el árbol de Truak surgió, las raíces excavaron hondo y se cuenta que múltiples criaturas se pudieron generar de este milagro. Es cierto que muchos de los mamíferos, reptiles y demás seres que habitan la fauna de Menoïch son creación directa de la simiente o por el árbol, de Truak. Por desgracia no se ha recogido más documentación relacionada a estas leyendas y los pocos ejemplares se han quedado en el olvido o esperan ser descubiertas. A continuación, describiremos ciertos seres que han sido reconocidos por multitud de testigos que o bien los han visto o han interactuado con ellos:

Eutumod (nativos del agua)

Se les conoce como a los seres que habitan todos los mares y océanos de Menoïch; desde el más pequeño pez hasta la bestia abisal más temible. Cada una de las criaturas tiene su evolución a lo largo de los años, pero son muy diferentes del inicio que tuvieron los Nodzurgs.

Neh-Ve o Elnar

Si hay una raza que engloba a muchas especies sin duda es la raza de los Neh-Ve o Elnar. Tienen dos palabras para describirlos, las dos aceptadas: Neh-Ve o «medio animales» y Elnar que significa «creación completa». El origen de estas palabras es simple: no se sabe lo que son, si la mitad de un animal y un híbrido de un Gialzurgs (sobre todo Zhogs), o bien una especie de la que se habla era la auténtica y elegida por el árbol de Truak: la raza original que el gran árbol se nutrió del sueño de Menoïch. Son criaturas inteligentes con sociedades bien estructuradas en el contexto de amor a sus tradiciones ancestrales vistas de manera barbárica por otras razas; no obstante, son buscados por sus artesanías: peletería, herboristería y especies.  

Ilustrador: jarold Sng Fuente https://www.artstation.com/jaroldsng

Aspecto:

Hay múltiples subespecies que descienden de la misma rama de Gialzurgs. Se cree que una parte de la madera se astilló clavándose en el fango, dando múltiples formas a las criaturas sacadas de un sueño. La única particularidad que les une es que poseen dos extremidades inferiores al igual que los Zhogs, pero, dependiendo de la especie, cambia de forma pudiéndose adaptar al terreno como cuadrúpedos. Pueden encontrase: Nehvo (felinos), Nehvô (Leones), Nehvie (canino) Nehvi (lobo), Nehraê (bóvidos). Poseen armas naturales como garras, colmillos y pelaje inherentes a su especie. Destacan en ciertos atributos, pero mayoritariamente son fuertes y ágiles. En ocasiones se han catalogado injustamente como licántropos, si bien éstas últimas son efecto de alguna maldición.

Ilustrador: Edwardch93 Fuente https://www.deviantart.com/edwardch93/gallery

Zhogs

Los Zhogs son los más extendidos por toda la faz de Menoïch. Fueron los primeros en nacer de la rama Gialzurgs. Por naturaleza ansían conocimiento y poder, lo que los hace más habilidosos a comparación con las demás razas. La media de vida de un Zhogs es de setenta a noventa años para los hombres y mujeres. Son los de mayor número ya que, a comparación de otras razas, los Zhogs suelen tener de media cinco hijos por pareja; escala mucho menor si la comparamos con la de los Sinak (unos dos hijos) o las de los Arhuatz (de dos a tres)

Son grandes artesanos y constructores además de hábiles en manualidades y en creación y administración de complejas sociedades.

Aspecto:

Los Zhogs no poseen los sentidos desarrollados de los nacidos en las alturas del árbol madre. El color de pelo varía del moreno, castaño, rubio, pelirrojo y en algunos casos, más que las otras razas, el albino. El color de ojos, a no ser que tenga algún cruce con otra raza, es del color castaño, pasando por las variantes de color miel, negros, verdes y azules. Se ha aportado extraños casos de ojos color lila o violeta, denotando un poder o dote oculto.

Suelen medir entre el metro sesenta y el metro noventa, para los hombres; y metro cincuenta al metro ochenta para las mujeres, salvo excepciones.

Raza Zhogs
Raza Zhogs
Arhuatôd

Esta raza es la más despreocupada de los problemas en Menoïch. Como sus hermanos Arhuatz viven bajo tierra, pero a veces llegan a residir en las ciudades humanas, habitando el subsuelo de las urbes y creando las ciudades espejo: representaciones de las ciudades sobre sus cabezas, pero justamente al revés, construyendo las representaciones de casas y castillos en el techo como si de un espejo con la superficie se tratara. Tienen muy buena mano con el pico y las artesanías, perfeccionando el uso de la madera y la argamasa. Adoran la magia y son muy dados a crear objetos inanimados para ayudarles en sus quehaceres: cubos de fregar con piernas y zapatos, escobas barredoras, cubetas con argamasa y brazos para llevarlas, etc. 

Se cree que hallaron un secreto tan valioso que lo guardaron en el interior de su mente para más tarde olvidarlo y que no cayera en malas manos; no obstante, su habilidad de construcción y capacidad de copiar a la perfección en maquetas que unen en el techo sin posibilidad de que se caigan o despeguen ha hecho pensar que tuvieron acceso a algún conocimiento que escapa a la comprensión de esta tan interesante raza. 

Arhuatz

Los llamados Arhuatz descienden de la parte de la rama más recia que se introdujo en la tierra, accediendo a los secretos de la tierra y el mineral. Maestros de la roca y el metal, son capaces de construir túneles avanzados en casi cualquier material. Son tercos y obstinados de ahí el dicho: “Si a la montaña no le entra en la cabeza que tú eres quien manda, entonces introduce tú la cabeza en la montaña y no salgas para vergüenza de tu raza”

Sus reinos subterráneos son impresionantes de arquitectura propia que no tiene nada que envidiar a los Sinak o a las demás razas. Buscan en las grutas abiertas por ellos mismos: oro, plata, joyas y todo tipo de material de gran valor. Se dice, algo que no se contrasta, que poseen la mayor fortuna de Menoïch, pero no en metales preciosos sino en secretos profundos donde los Arhuatz encuentran regocijo y paz.

Se les otorgó el don de imbuir en un objeto propiedades mágicas gracias a las Runas de Poder. 

Aspecto:

Los Arhuatz suelen medir entre metro veinte y metro treinta, independientemente del sexo. Su cabello es de color moreno, castaño, rubio o pelirrojo. La Ëgul, de color azul lapislázuli, marca sus brazos desde los hombros recorriendo su antebrazo hasta el dorso de la mano. Sus ojos suelen ser de colores variados mas cuando descienden a las profundidades cambian a azul hasta adoptar un intenso fulgor que les puede durar hasta tres días. Cuando salen a la superficie, después de estar como mínimo una semana en la oscuridad, tardan en acostumbrarse a la claridad de la luz unas veinticuatro horas (dependiendo del sol, nubes, etc.) Aquellos que nacen con los ojos azules experimentan una transformación diferente a una claridad de ojos casi blanquecina y luminiscente cuando viven en la oscuridad, adaptándose con mucha más facilidad a las cavernas, pero sufriendo el doble al salir a la superficie. No suelen ser muy habladores y no se suelen mezclar con otras razas, salvo excepciones. Debido a su alejada vida de las alianzas de la superficie, los Arhuatz han tenido que subsistir formando clanes o Grûlh: comunidades hermanadas que se han defendido de las criaturas del subsuelo. Cada dos decenios se celebran los Arhuatz Grûlh: reuniones de los clanes en los que se debaten el porvenir de la raza y temas de política y alianzas.

Arhuanim

Los Arhuanim son una raza de las más originales, ya que sus creaciones los han hecho conocidos en todo Menoïch. Son inventores natos, la mayoría ingenieros de castillos, fuertes, casas, etc. Tienen un extraño don de aburrir a los que escuchan con disparatados planes de surcar los cielos con barcos voladores, cápsulas para viajar a las profundidades del mar y un sinfín de objetos que para la mayoría de gente son locuras. En cambio, otros afirman que un extraño don envuelve a esta carismática raza. Dicen que, aunque ellos fueron depositados junto a las demás razas Arhuail en el árbol de Truak, unas energías procedentes del principio de la creación de Menoïch le otorgaron los sueños de Lhoïok. De esta manera se explica que se les ocurran ideas que desafían todas las leyes físicas y mágicas; de las cuales algunas son aplicadas en sus inventos.

Aspecto: 

Los Arhuanim son una raza de corta estatura, apenas alcanzan los ochenta centímetros, eso tirando a lo más alto. Sus ojos son de colores claros entre el amarillo ámbar y el morado, muy rara vez de otro color ya que representaría un hecho digno de mención y superstición; carecen de nariz, sólo dos orificios en la cara en una casi imperceptible protuberancia separada por una delgada línea oscura; su piel es azul claro, oscureciéndose levemente en los pliegues y articulaciones; su pelo es de color azul oscuro y, cuando crece, suelen atarse una coleta o copete para aguantarlo aunque su pelo nunca se aplasta o cae sobre sus hombros ya que es muy recio y resistente como el alambre, que es utilizado, y cotizado, como cuerda para instrumentos musicales como el Limionel

Viven en lugares improvisados donde instalan sus toscos talleres utilizando la naturaleza como almacén. No es extraño encontrar a un Arhuanim sobre la copa de un árbol viviendo en algo parecido a un barco que según él antes volaba. Visten con ropas sencillas y es raro verlos con algún tipo de armadura, no por el tamaño sino porque de origen odian la violencia y utilizan sus inventos para que su vida sea mejor. Indirectamente hacen la vida imposible a los demás, con su verborrea y cháchara maravillándose de lo que ven y tocan. Poseen un sentido del oído agudísimo, además de tener la extraña habilidad de saber quién camina a su alrededor sin ni siquiera verlo: el sentido del entorno, sobre todo el terrestre, les hace notar la más mínima vibración a metros de distancia.

La creación de Menoïch

Muchos de los datos que se aportan en esta obra se dan a conocer en primera persona, sobre todo los referentes a la creación sacada de los manuscritos: Aku-Gram Hi, primer libro de la creación o inicios de la creación; Karn-Gram Nel, segundo libro de relatos o relatos y leyendas; y el Sho-Gram Tha, tercer libro del fin o fin de los tiempos e inicio de los nuevos. Estos volúmenes conforman el códice de Thaeok Gra: papiros antiguos también conocidos como «los manuscritos del Errante». 

Siguiendo los dictados del Errante me he visto obligado a saltarme ciertos aspectos que, según el brillante y misterioso erudito, no son más que exageraciones literarias por gente que ni siquiera se ilustró a la hora de escribir un solo párrafo de la creación o tomada nota de las culturas que aquí aparecen. Así que podemos decir que nos hemos comido literalmente el barbarismo de la exageración, obteniendo una obra lo más fiable posible. Disculpas también, por no haber revelado más información acerca de los Zhoën. Intenté, sobre todo, ser lo más específico en lo que incumbe a la creación de esta mítica raza y el papel oculto que han mostrado hasta el tiempo de su desaparición.

Los años en la cronología de Menoïch han sido, sin lugar a dudas, el mejor reto para mí, el cual no hubiera logrado de no ser por astrólogos -nombrados en este libro-, acólitos de la biblioteca de Shadirind y Kitur, y al propio Errante. Creo, en lo personal, que los datos son muy precisos y que concuerdan con lo que ocurrió en realidad.

El libro de La Creación de Menoïch nace gracias al esfuerzo de miles de horas de recopilación histórica y estudios de viejos pergaminos y manuscritos en lengua Ar de antes de La Guerra del Odio, y muchos de estos volúmenes perdidos en la destrucción de los mortales: el olvido…

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La Creación de Menoïch