El mundo de Menoïch
Aonil-Lorae

«terror profundo por error sagrado» también conocido por la matanza de Aïllorat cuando Vetha destruyó los territorios colindantes de Trackur. La gente gritaba «Aonil-Lorae» cuando la tierra temblaba bajo sus pies segundos antes de que surgiera el horror. Al caer Vetha, dentro del interior de la bestia, se encontró un pergamino con runas Ar con el que Pëndes y el resto de camaradas pudieron revivir a los caídos de Trackur donde se encontraban en el momento de destruir a la bestia; por desgracia el pergamino y las runas Ar se consumieron, así como los demás pueblos colindantes que no pudieron disfrutar del milagro.

Trackur

Su traducción aproximada es «esencia negra del honor Ur». Este lugar, ubicado en Shatodika, fue en las eras de la migración de los Sizna un territorio para los Ur. Se extendieron hasta el Sur, llegando al mar de Hien. Cuando los primeros Zhogs llegaron, encontraron las ruinas de la ciudad y muy pocos supervivientes que narraron que una bestia de pesadilla había destruido todo el lugar. Hay quien piensa que los sacerdotes Ur de Phaiak querían devolver al mundo de Menoïch a la divinidad Guaûak y que algo no salió bien. Después de asentarse sobre las ruinas, utilizando muchas de las piedras para edificar otra ciudad bautizándola como Sarum Sareok, vivieron en relativa paz durante años hasta que el suelo se abrió descargando la muerte por toda la gran urbe. Una gran bestia se alzó, bautizándola con el nombre de Vetha o bestia de muerte, y comenzó la aniquilación de quien osara desafiarle en la matanza de Aïllorat. El horror era tal que nadie podía verle de frente ni mucho menos mantener su vista fija en sus negros ojos. Fueron muchos los pueblos y aldeas que cayeron bajo sus poderosas garras hasta que un grupo de aventureros, entre ellos Pëndes, fueran los encargados de eliminar a la bestia por mandato de un monarca del Norte.