Karn-Gram Nel
Relatos y Leyendas
La ciudad Unificada de Vrialdor

Fue la primera unificación de las razas en la Era de los Titanes. Los pocos restos que quedan de tal espléndida ciudad nos limitarían su ubicación real, salvo por los mapas hallados en la cripta de Shadirind que nos dicen que la ciudad se construyó cerca del árbol de Truak. Incluso anotaciones, bastante leíbles después de más de mil años, nos han revelado a una ciudad hermosa y llena de vida. La mezcla de razas que convivían en la colosal urbe, y modo de vida tan diferente entre las mismas, otorgaba a la ciudad una impresión apoteósica salpicada de multitud de colores y formas extrañas.
Fue el inicio del arte de muchas razas sobre la construcción y la maestría de trabajar piedra y hierro, es difícil describir la ciudad entre estilos Sinak y Arhuatz entremezclados entre sí y, sin embargo, no tan extraño imaginarlo, así como las culturas Elnar o Zurgs de cuyas obras, por desgracia, no disponemos de muchos datos fiables. Altas torres levantaron los Zhogs junto con los Arhuatz y Sinak; fuertes eran los templos que allí residían, grandes las explanadas donde Neh-ve y Fenop convivían.
En el centro de la ciudad se elevaba una gran torre, aunque decir torre sería comparar un alfiler con un mástil: se alzaba muy alta en un intento por tocar las estrellas del firmamento. A medida que se alzaba la vista nuevas torres brotaban de su tronco similar a las ramas de un árbol de invierno. A la luz del sol proyectaba reflejos dorados y blancos y al llegar la noche un montículo de piedra negra parecía. Un importante relato, extraído según cuentan de las ruinas de la misma Vrialdor, comenta la apoteósica transformación de colores que realizaba tras los eclipses de las dos lunas. Esto nos llevó a investigar más sobre la ciudad e incluso recibimos ayuda de astrólogos que calcularon nuevos mapas en un gran esfuerzo por retomar los péndulos del pasado, calculando los eclipses que acontecieron y emplear estos cálculos para probarlos con el poco material que quedó de la torre. El resultado nos dejó atónitos. Grandes genios y artesanos crearon una especie de forma cambiante que obedecía a elementos y luz, tal vez una superficie líquida impregnada después a la torre de Vrialdor hacía este efecto, pero los alquimistas, aún afirman de la existencia de dicho líquido, pero ignoran su composición. Parece ser que los eclipses transformaban la torre en unas tonalidades sólo vistas por las noches, parecidos a los líquidos alquimistas para ver en la oscuridad, pero aumentadas en un tamaño descomunal apuntando al cielo y en una noche despejada de estrellas y nubes, alumbrarían según nuestros cálculos varios kilómetros de distancia.
…Tiempos más felices que se descubren en tiempos de infortunio.
La piedra de Znaoïk
Cuando se unificó la torre de Vrialdor, el dios supremo Anoïk extrajo de la balanza de Zhasluon la más grande de sus gemas que llamó Znaoïk y la colocó en lo más alto de la torre custodiadas por siete estatuas de Darzle de piedra pulida y un altar de mármol negro. El dios de la neutralidad quiso simbolizar el equilibrio en Menoïch por el que se deberían seguir las reglas del todo y la nada; allí, en lo alto de la gran torre, la piedra de un tamaño superior a los tres metros lanzaba destellos blancos, reflejados sobre sólido material negro como hollín. Desgraciadamente, cuando la ciudad fue atacada por los Shasiop, la piedra sé desfragmentó liberando una honda de energía que se sintió incluso en Zlecuria. Rodeó todo el mundo y creó las razas Sizna como se le conocen hoy en día. De cada ser surgió un ente opuesto e igual a la vez.