Gêleko
Son muy parecidas físicamente a las Ghela-Op, pero su cuerpo está cubierto por capas de pétalos de flores de distintos tamaños y formas. Les une la característica del cambio de color cuando sufren algún tipo de alteración en su ánimo. A diferencia de sus creadoras las Gêleko no tienen alas, pero pueden viajar impulsándose hacia los cielos en una danza en espiral para después planear fuera del alcance de enemigos o para trasladarse de árbol en árbol. Son muy escurridizas y no se dejan ver con facilidad. Los ojos están adaptados para ver tanto en la luz como en la oscuridad, aunque son seres diurnos y muy esquivos; no obstante, les encanta hablar y cantar cuando alguien está cerca, disuadiendo cualquier tipo de agresión a su persona (muchos herboristas atraviesan el bosque en busca de plantas y flores curativas confundiendo el aspecto de éstas con las Gêleko).
Poseen el don de la persuasión y son capaces de lanzar una pequeña cantidad de conjuros de forma innata.
Tercer Don: Pueden adoptar a voluntad cualquier forma de Sagil, Kotelnuk o Grîmtean.