Dioses de Menoïch
Poco o nada se sabe de la procedencia de estas energías extraplanares. La naturaleza de sus cuerpos es un misterio así de su sexo. Hay que aclarar que, aunque en muchas ocasiones tengan una representación física, esto queda muy lejos de la realidad de sexos entre unos y otros. En verdad no existe la copulación o fecundidad entre ellos al estar por encima de los límites físicos, trascendiendo de la carne al plano energético y/o espiritual. Las únicas deidades que no muestran un arquetipo, femenino o masculino, son Ën y Tonôk, este último cambia su morfología a voluntad.
El principio de la creación se le atribuye a Lhoïok y Aon-ha, si bien muchos intervinieron en la transformación del mundo. Otros, como Vuêk-va y Enistîa, aparecieron sin invitación atraídas por la esencia que desprendía el interior de aquel planeta en apariencia muerto.
Por así decirlo podríamos clasificarlos en dos grupos: primigenios o dioses y los semidioses o los Neh-Êln: nuevas energías creadas, aunque, como más adelante se descubrirá, estas jóvenes divinidades acumularan poder, sabiduría y juicio a nivel de sus padres.