El mundo de Menoïch
Gangu Nehar (Neh-Gu)

Gangu Nehar o Neh-Gu:
De todas las razas que se pueden unir con los Zhogs, los Gangu Hil y Gangu Tul se sienten atraídos con ciertos aspectos, entre ellos: la belleza, la sabiduría (más importante para ellos que la belleza ya que asienta la base de la razón) y, por último, y más significativo: el carisma, ya que de él nace el carácter.

Gangu Hil

Al igual que sus compañeras los Gangu Hil son seres de género masculino de gran belleza y atractivo. A diferencia de las Gangu Tul no les cuesta tanto desapegarse de su entorno y viajar por el mundo. Esto no tendría nada de especial, sin embargo, su belleza ha traído de cabeza a esposos y maridos que han visto cómo sus hijos tenían un aspecto… poco parecido (o nada) al suyo. Tienen un vínculo simbiótico con los árboles y las plantas elaborando elixires y licores de los cuales son muy aficionados, pero además de eso son completamente inmunes a la embriaguez o los efectos negativos del alcohol y su fermentación. Engañan a los forasteros con pociones de las que emanan fuertes efluvios narcóticos. No es raro que un incauto comerciante pasara por medio el bosque para acortar camino, y se encontrara al día siguiente en el otro extremo sano y salvo, pero con una resaca que haría arrancar gruñidos en un Zurgs y, evidentemente, sin mercancía.

Aspecto:
De porte humanoide y con rasgos parecidos a los Zhogs. Miden entre metro ochenta y metro noventa. El color de su piel varía del pálido al moreno y en ocasiones, como los albinos para los caucásicos, al negro. Tienen el cabello moreno y rara vez de color castaño. Se han dado casos de Gangu Hil rubios e incluso albinos, pero no hay pruebas palpables de la existencia de estas excepciones. Los ojos suelen ser de color mar y agua marina y otras tonalidades azul y verdoso.

Gangu Tul

Sin duda las criaturas femeninas por las que cualquiera daría su vida por el hechizo embriagador de su belleza. Habitan las zonas más apartadas de los bosques, en grandes praderas y en lagos de aguas cristalinas que les recuerdan donde nacieron. Hechizan con su mirada a curiosos que husmean en sus territorios o intentan hacerles daño. De naturaleza pacífica han sido, sin quererlo, responsables de disputas y peleas por conseguir el corazón de pretendientes y amantes. Pero no es del todo cierto que estos seres estén libres de caer presa del mismo hechizo. Cuentan las leyendas que un Zhogs cautivó a una Gangu Tul, según dicen el atractivo joven era un guerrero consumado y valiente aventurero; se enamoró tan perdidamente del muchacho que abandonó el hogar donde vivía para unirse a él. Esto es un gesto de lo más extraño para estas criaturas, ya que su vida está ligada a la tranquilidad de su morada.

Aspecto:

De formas humanoides, miden entre metro sesenta y metro ochenta. Su hermosura roza la perfección y sus grandes ojos son la clave de su hechizo. Poseen un largo cabello de color rubio o castaño claro y en raras ocasiones Negro; los ojos varían entre negros, azules, grises, verdes, ocres, púrpuras y dorados. Son grandes nadadoras y pueden respirar bajo el agua, además de hablar con los animales acuáticos. Tienen el don de ver el futuro, habilidad que debe ser entrenada bajo una seria disciplina. Muchos reyes o poderosos señores buscan sus consejos en el corazón de sus dominios, mas ellas no ansían nada de lo que se le ofrece, desechando el poder, la codicia y la avaricia.

Razas Gangu

Se cuenta que la vida no sólo se creó en las ramas del árbol de Truak, sino que también nacieron criaturas en su tronco llamado también Gangu. Los Gantul, los que vivían en el lado Este y los Ganhil, en el Oeste. A decir verdad, su contorno no era regular, dando espacio a grandes extensiones en su circunferencia donde nacieron las Gangu Tul yGangu Hil. Las Gangu Tul habitaban la zona oriental del tronco, como una gran balconada de corteza de la cual emanaba la savia del árbol donde nacieron. Un pequeño paso estrecho circundaba el camino del árbol comunicando la zona de las Gangu Tul con la de sus compañeros masculinos: Gangu Hil. Éstos, algo más abajo, pero en la zona occidental, disfrutaban de otra buena expansión del árbol en forma de terraza donde habían crecido otros pequeños arbustos y árboles, pero de la cual no emanaba savia.