El mundo de Menoïch
Zhoën

Muchos eruditos se han preguntado si algún Zhoën se contagió con esta onda expansiva al fracturarse la piedra de Znaoïk, pero lo cierto es que la raza primigenia de los Zhoën abandonó la tierra de Menoïch gracias a su tecnología y artes mágicas para no volver. No hay registro que algún Zhoën se haya quedado en el mundo.

Shasiop

“con la primera eclosión surgieron los Zhoën, los primogénitos;
de las esporas volaban los Drakgorak,
de la dura corteza nacieron los Gialz.
Y de las profundas raíces surgieron los Misgderïen”

Los Shasiop fueron una raza titánica: enorme tamaño y poder abrumador. Cuando la gran semilla de Maëchand se plantó, con el primer estallido surgieron los Zhoën. Las entidades (dioses) recitaron las palabras de la creación y del interior surgieron: Gialz, seres de dimensiones gargantuescas que vivían sobre todo en altas montañas, en algunos casos en islas con grandes picos montañosos que recogieron la fuerza y dureza de la piel de corteza de la semilla; Los Drakgorak, grandes reptiles de tamaño impresionante, de diferentes formas y colores que surgieron con las esporas predecesoras al estallido, dándoles la gracia del vuelo y la flexibilidad; y por último los Misgderïen, seres no tan grandes como los Gialz, pero sí con mucho poder sobre los elementos que surgieron de las raíces de la semilla. Éstos últimos estaban representados por humanoides de muchas formas, aunque lo más aceptado es que eran altos y su dura piel era de piedra y restos de raíces que unían la roca. Los dioses creadores de estas razas fueron las divinidades Anoïk, Clauok, Lean-ha y la entidad de la naturaleza Vuêk-va. Indirectamente Enistîa y Liad-va también intervinieron, pero de una manera menos directa según indican los manuscritos del Errante. 
La fuerza y el vigor de los Shasiop fue determinado por los dioses, pero la entidad de la naturaleza Vuêk-va otorgó a los Misgderïen el poder de los elementos. Cosa que enfureció a Lean-ha convirtiéndola en su mortal enemiga, ya que las tres razas fueron creadas por los dioses primigenios entre los que se incluía el portador de la llama oscura de Narnaetok. Pero Vuêk-va ató a los Misgderïen bajo los poderes de Menoïch; no tardaron en maravillarse de la naturaleza y su poderoso entorno, de modo que llegada la hora Lean-ha incitó a los Shasiop para volverse contra las otras razas de la tierra. Cuál fue su sorpresa cuando los Misgderïen rechazaron su ofrecimiento sabiendo que era envenenado. De algún modo aprendieron de los elementos vivos de Menoïch, adoptando sabiduría y comprensión. Lean-ha estalló en cólera y dio órdenes, en las guerras de los titanes, de quemar todo resto de naturaleza que encontraran en su camino.

Zhoën (los primogénitos)

“Con el estallido de la simiente nacieron los Zhoën o llamados primogénitos. Los Zhoën se expandieron por todo Menoïch creando año tras año nuevas y fascinantes cosas que hoy en día ya no existen y según cuentan desaparecieron con ellos, aunque en algunos lugares se veneran grandes construcciones de tiempos olvidados que se les atribuyen a ellos: ¡ah larga desdicha nos dejó cuando se fueron!”

Los Zhoën fueron creados en primer lugar por Ën. Poco se sabe de esta raza perdida en la memoria de Menoïch, pero dejaron objetos que atestiguan su legado, aunque pocos son los que los poseen. Utilizaban técnicas avanzadas de construcción, magia y conocimiento de los astros. Fueron los primeros en brotar del árbol de Truak. Según cuentan las leyendas, gracias a su avanzada tecnología y sus artes mágicas lograron trascender de Menoïch; marcharon a las estrellas olvidando su cuerpo físico hasta adoptar formas etéreas que les permitían levitar hacia los confines de la luz y la oscuridad.

Aspecto:

Se conoce poco del aspecto de dicha raza, pero se sabe que eran altos y que no precisaban de boca para comer; se especula que se alimentaban del sol y de la tierra, del agua y del viento; una forma difícil de pensar para la mayoría de los mortales. Tenían una larga melena morena que ataban con un copete (no hay constancia de que su pelo fuera de otro color). Según los escritos antiguos custodiados en la gran biblioteca de Kitur describen a estos seres con dos brazos, largos y delgados; tenían cuatro dedos en cada mano, dos de éstos (índice y corazón) eran simétricos, el resto eran más pequeños careciendo de pulgar prensil para agarrar objetos mas se creía que sus capacidades psiónicas les bastaban para manejar y crear herramientas; tenían tres falanges por cada dedo que podían mover en cualquier dirección.