Ar

Desde el inicio, en la creación, las palabras han jugado un papel primordial para la vida de todos los habitantes de Menoïch. El lenguaje de la creación es el Ar, antiguo y secreto, cuyo legado nos ha llegado fragmentado como las semillas de un diente de león sobre el viento. Aun así, se ha podido averiguar y entender su significado gracias a los estudios de eruditos, magos y expertos que tras muchos errores y aciertos han ensamblado palabras para crear o transformar junto un catalizador poderoso: la magia. Por poner un ejemplo claro, los magos utilizan el lenguaje Ar para sus conjuraciones, así como los sacerdotes de la fe, los druidas o los trovadores. Es un lenguaje vivo, pero complejo, ya que no se han podido recoger textos completos de este idioma o su significado completo. Las únicas palabras compuestas que se recuerdan de la canción de la creación en lenguaje antiguo Ar son tres: Nevahi Saïel Tord; además de su escritura rúnica, las únicas que se conservan sin contar con las runas de poder Arhuatz, seis es ese caso. Los textos están guardados en el templo de Dah Toul, en las islas Kamohu, así como las únicas runas de este lenguaje. Se dice que el errante fue el que las transcribió y las cedió en el templo hace centurias.